La vida es compleja e incluso inconcebible en muchos de los aspectos en los cuales se nos presenta, en sus diferentes variantes y formas. Pero hay algo que de ella y con certeza podemos afirmar, es que es un campo abierto, alejada de dogmatismos, al cual tenemos que estar abiertos a cualquier posibilidad.
Es una realidad que el concepto de vida que tenemos es de una vida finita y frágil, pero eso aceptación como algo lógico o incluso que puede parecer intuitivo, como observación empírica, difiere un poco de la realidad estudiada en profundidad.
Este es el caso de la Turritopsis Nutricula, un ser que sin duda revive en nuestra mente aspecto que quizás formaban parte de nuestra imaginación o anhelo mas preciado, la vida vista como un ciclo que empieza y que tiene que terminar, en una aproximación de cierto tiempo, al cual no podemos escapar.
Para matar a este ser, hay que conseguir aislarla, sin tocarla debido a que es venenosa, cortarla y hervirla a altas temperaturas, sino es biológicamente inmortal, es decir no morirá nunca,
La clave de la inmortalidad de estos seres se debe a sus células madres, capaces de hacer un proceso llamado transdiferensasiacion, el cual tienen la capacidad de cierto grupo de células convertirse en otras. Cuando llega la edad adulta, degradan sus tejidos, y queda en su estado inicial, a diferencia de los demás tipos de especies de medusas que una vez parir mueren.
Aun mas sorprendente es que esto lo pueden hacer de manera indefinida, sin dañar su sistema ni perder ni una de sus facultades, a diferencia de otras especies que solo pueden gestar la transdiferensiacion en una parte especifica de su cuerpo, este tipo de medusas lo puede hacer en todo su cuerpo.
